
A los 101 años y con una trayectoria imborrable en el atletismo falleció en su ciudad, Córdoba, Don Luis Oliva.
En su paso por el deporte no solo figura su participación en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1931 y Berlín 1936. También fue guía y descubridor de numerosos atletas. En su trayectoria olímpica hay una anécdota muy curiosa. Mientras competía en Alemania, el ex dictador Adolf Hitler le obsequió un álbum, que conservó hasta estos días. En estos juegos compitió en el maratón olímpico, pero una intoxicación sufrida días antes le impidió presentarse en su mejor forma y debió desistir sobre los 20 kilómetros.
Sus comienzos como atleta fueron mientras realizaba el servicio militar. Se destacó en las selecciones nacionales, en la mejor época de los corredores de fondo. En 1931 (Buenos Aires) se proclamó campeón sudamericano en los 3000 metros por equipos, junto al luego campeón olímpico Juan Carlos Zabala, Roger Ceballos y Nicasio Santucho. Luego retuvieron ese título dos años después en Montevideo, donde Oliva además fue subcampeón de los 5000 metros llanos. Una vez retirado de la actividad se dedico a completar sus estudios y llegó a recibirse de profesor de Educación Física.
Una afección pulmonar no le permitió estar presente en el merecido homenaje que, el año pasado, al cumplir un siglo de vida, le tributó el atletismo de su provincia. Había nacido el 21 de junio de 1908.