El equipo Cannondale trabajó duro durante los 205 kilómetros de la séptima etapa del Tour de Francia entre Montpellier y Albi para descartar a los máximos rivales en una llegada en sprint. El terreno y el fuerte ritmo impuesto permitió dejar atrás a dos de los favoritos, Mark Cavendish y Andre Greipel.
Pese al esfuerzo del equipo Lotto y Omega Pharma, fue imposible recuperar la diferencia generada por el Canndondale y a 40 kilómetros de la meta tiraron la toalla.
A partir de allí comenzaron a jugar las opciones pero Peter Sagan continuó bien protegido por sus compañeros y así llevarse el triunfo con claridad.
La general no sufrió cambios y el sudaficano Daryl Impey (Orica-GreenEdge) continua mandando en las acciones. Mañana comenzará el primer tramo de montaña en los Pirineos y tal vez podremos ver la primera acción de los candidatos al triunfo.
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